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Manejo de Intoxicaciones: Guía para Profesionales de la Salud, Study notes of Pediatrics

Este documento proporciona una guía completa para el manejo de intoxicaciones, desde la fase de emergencia hasta la detoxificación. Abarca aspectos clave como la identificación de pacientes de riesgo, la evaluación clínica, el tratamiento de apoyo vital, la descontaminación y la administración de antídotos. Se incluyen ejemplos específicos de intoxicaciones por opiáceos, así como tablas con información sobre técnicas de eliminación extracorpórea y antídotos.

Typology: Study notes

2020/2021

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Diagnóstico
a) Antecedente de exposición: HC (interrogatorio directo o indirecto) y EF (estado
neurológico, mucosas, piel y signos vitales).
Cuando no hay antecedente exposición:
1. Sospechar de la intoxicación:
• Niño menor de cinco años (son pacientes de riesgo).
• Paciente previamente sano.
• Presencia de un cuadro súbito, extraño, con manifestaciones difíciles de explicar con
claridad mediante el diagnóstico de una patología específica.
• Pacientes cuyo cuadro mejora con rapidez en un tiempo que no coincide con lo esperado
para una patología conocida.
• Convulsiones. • Acidosis metabólica. • Traumatismo craneoencefálico no claro en su
mecánica. • Depresión o excitación neurológica. • Alteración cardiovascular. • Uso de
drogas de abuso. • Falla multiorgánica.
2. Búsqueda de un toxídrome
3. Pruebas de lab. Determinación en algún fluido o tejido del paciente en donde se
reportan concentraciones tóxicas de alguna sustancia. Cuando ésta determinación es
cualitativa, apoya al diagnóstico frente a un cuadro clínico y una historia compatible.
Cuando es cuantitativo, es contundente y puede ser un fuerte apoyo con fi nes específi cos
(p. ej. prueba legal de intoxicación). También para establecer un programa terapéutico
cuya decisión depende de los valores séricos del tóxico.
También paraclínicos: bh, qs, pfh, gasometría, rx, etc. conocer el estado en que se
encuentra el paciente en sus diversas variables según el tóxico que esté induciendo las
alteraciones fi siopatológicas
4. Efectuar prueba diagnóstico-terapéutica
Tratamiento
Fases
a) Fase de emergencia/ apoyo vital básico: atención inmediata, retirar al paciente de la
fuente de exposición, descontaminación y maniobra de reanimación básica.
Estas acciones se efectúan por lo general en el sitio de la intoxicación y corren a cargo de cualquier
persona cercana o los paramédicos; consisten en retirar al paciente de un ambiente contaminante,
lavar la piel y las conjuntivas de manera exhaustiva para eliminar el tóxico si éstos son las vías de
contacto y posible absorción; quizás, aplicar reanimación cardiopulmonar (reanimación básica). A
ello sigue la aplicación de eméticos o carbón activado si el tóxico fue ingerido, bajo la orientación
telefónica de un médico o de un centro de información toxicológica. El objetivo es reducir en lo
posible la exposición, la absorción del tóxico y estabilización del paciente en lo que se traslada a un
centro adecuado para su manejo. Si no se sabe qué hacer se recomienda no actuar, y hablar o
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Diagnóstico a) Antecedente de exposición: HC (interrogatorio directo o indirecto) y EF (estado neurológico, mucosas, piel y signos vitales). Cuando no hay antecedente exposición:

  1. Sospechar de la intoxicación:
  • Niño menor de cinco años (son pacientes de riesgo).
  • Paciente previamente sano.
  • Presencia de un cuadro súbito, extraño, con manifestaciones difíciles de explicar con claridad mediante el diagnóstico de una patología específica.
  • Pacientes cuyo cuadro mejora con rapidez en un tiempo que no coincide con lo esperado para una patología conocida.
  • Convulsiones. • Acidosis metabólica. • Traumatismo craneoencefálico no claro en su mecánica. • Depresión o excitación neurológica. • Alteración cardiovascular. • Uso de drogas de abuso. • Falla multiorgánica.
  1. Búsqueda de un toxídrome
  2. Pruebas de lab. Determinación en algún fluido o tejido del paciente en donde se reportan concentraciones tóxicas de alguna sustancia. Cuando ésta determinación es cualitativa, apoya al diagnóstico frente a un cuadro clínico y una historia compatible. Cuando es cuantitativo, es contundente y puede ser un fuerte apoyo con fi nes específi cos (p. ej. prueba legal de intoxicación). También para establecer un programa terapéutico cuya decisión depende de los valores séricos del tóxico. También paraclínicos: bh, qs, pfh, gasometría, rx, etc.  conocer el estado en que se encuentra el paciente en sus diversas variables según el tóxico que esté induciendo las alteraciones fi siopatológicas
  3. Efectuar prueba diagnóstico-terapéutica Tratamiento Fases a) Fase de emergencia/ apoyo vital básico: atención inmediata, retirar al paciente de la fuente de exposición, descontaminación y maniobra de reanimación básica. Estas acciones se efectúan por lo general en el sitio de la intoxicación y corren a cargo de cualquier persona cercana o los paramédicos; consisten en retirar al paciente de un ambiente contaminante, lavar la piel y las conjuntivas de manera exhaustiva para eliminar el tóxico si éstos son las vías de contacto y posible absorción; quizás, aplicar reanimación cardiopulmonar (reanimación básica). A ello sigue la aplicación de eméticos o carbón activado si el tóxico fue ingerido, bajo la orientación telefónica de un médico o de un centro de información toxicológica. El objetivo es reducir en lo posible la exposición, la absorción del tóxico y estabilización del paciente en lo que se traslada a un centro adecuado para su manejo. Si no se sabe qué hacer se recomienda no actuar, y hablar o

conducir al paciente a los servicios médicos; no de antídotos caseros, no induzca vómito en casos de ingestión de cáusticos o hidrocarburos. b) Fase de apoyo vital avanzado: en los servicios de urgencias A = Abrir vía aérea y control de la columna cervical Tener en consideración eliminar secreciones orales o nasofaríngeas y cuerpos extraños que pudieran obstruir la vía aérea; colocar al paciente en una posición que le permita respirar, por ejemplo, posición de olisqueo (mediante tracción de mandíbula y discreta extensión cervical), posición de Rosier (discreta hiperextensión cervical u otra) Si es necesario y está indicado, practicar una traqueostomía o colocar un tubo endotraqueal. B = Ventilación y administración de O No pasar a este punto si no se ha resuelto el anterior; si ya se ha logrado o el paciente mantiene una vía permeable, verifi - car que la entrada de aire a los pulmones sea adecuada, que se expandan bien estos, que el paciente no muestre gran difi cultad respiratoria y se mantenga con buena coloración. Si es necesario aplicar ventilación de boca a boca (tener cuidado si el tóxico signifi ca un riesgo para el reanimador), de ambú a mascarilla o de ambú a cánula endotraqueal; si es necesario, luego colocar al paciente en aparato de ventilación mecánica. C = Control de hemorragias verificar el estado hemodinámico del paciente; corroborar que no esté deshidratado, hipotenso, chocado o en paro cardiaco. En general la mayor parte de las hipotensiones o choques ocasionados por tóxicos responden de modo favorable a uno o dos cargas i.v. o i.o. de solución salina o Hartman. Si el paciente no responde de manera favorable a la aplicación de soluciones, se emplearan aminas simpáticas del tipo de adrenalina, dopamina, dobutamina u otros. Y A PARTIR DEL D Y E: Consiste en dar tratamiento a las diversas alteraciones que el tóxico ocasione al paciente; por lo general sigue los mismos lineamientos de la terapéutica estándar para esos casos y sólo hay que tener en cuenta alguna consideración en relación con el paciente intoxicado. Este manejo debe efectuarse enseguida del 1, 2, 3 o en el momento en que los problemas se presenten durante la evolución del paciente. D = Déficit neurológico E = Exposición del paciente y cuidar hipotermia c) Fase de detoxificación

  • Medidas de descontaminación efectiva y eliminación del tóxico

OPIACEOS

La intoxicación por opiáceos es la alteración fi siopatológica en un individuo motivada por el efecto de numerosas sustancias derivadas del opio, las cuales pueden ser naturales, semisintéticas o sintéticas y tienen un amplio uso en la terapéutica médica Los opiáceos son un grupo amplio de fármacos de origen natural extraídos de la planta papaver somniferum (amapola), estos pueden ser también semisintéticos o sintéticos que tienen una acción similar al opio o la morfi na .Se emplean en clínica como analgésicos (Dextropopoxifeno, Nalbufi na), en anestesia (Fentanil), antitusivos (Dextrometorfano), antidiarreicos (Difenoxilato, Loperamida) y se emplean también como drogas de abuso (p. ej. heroína). Las intoxicaciones se presentan en los niños cuando estos son sobredosifi cados o por la ingestión accidental de medicamentos antidiarreicos u otros que los adultos dejan de manera descuidada al alcance de los mismos. Sobredosis puede ocurrir en adolescentes o jóvenes enfermos o adictos que abusan de drogas. La promoción de medicamentos sintomáticos de una manera poco fundamentada y la prescripción en ese mismo sentido favorece el uso de medicamentos que, aparte del costo que involucran y el poco efecto sobre los síntomas, aparejan el riesgo tóxico, en particular cuando se trata de menores de dos años de edad. Por otro lado, el inadecuado almacenamiento de medicamentos opiáceos puede favorecer la ingestión accidental en menores. Problema particular entre adolescentes y jóvenes lo representa la problemática relacionada con el abuso de drogas. FISIOPATOGENIA Todos ellos actúan ocupando receptores para opiáceos (mu, kappa, sigma) distribuidos en diferentes áreas cerebrales y corporales con selectividad para algunos de ellos o para todos, resultando en efectos agonistas o antagonistas. Entre los efectos más importantes que inducen destacan la analgesia, sedación, cambios de humor, depresión respiratoria, hipomotilidad intestinal, náusea, vómito y alteraciones en el sistema endocrino y nervioso autónomo. Los efectos en casos de intoxicación son una exacerbación de estos efectos y pueden estar manifi estos en diferentes órganos y sistemas. A nivel cardiovascular pueden ocasionar vasodilatación, hipotensión ortostática o edema pulmonar no cardiogénico. Prurito, enrojecimiento cutáneo o broncoespasmo pueden suceder debido a que ocasiona liberación de histamina, a nivel gastrointestinal puede ocasionar hipomotilidad, hiposecreción gástrica, incremento en el tono de las vías biliares y del esfínter anal. A nivel neurológico pueden inducir depresión y coma, algunos de ellos convulsiones (p. ej., meperidina, propoxifeno), a nivel respiratorio lo más sobresaliente es la depresión respiratoria, lo cual puede ocasionar hipoxia e hipercapnia. CLINICA El síndrome tóxico opiáceo se caracteriza por miosis puntiforme, depresión neurológica y depresión respiratoria. Al Inicio de la intoxicación hay náusea, vómitos, rubor facial y prurito (por liberación de histamina, en particular con heroína y morfi na). Puede haber euforia antes de la sedación que evoluciona a estupor y coma. La miosis es marcada y no responde a la luz, la

respiración es lenta y superfi cial. El paro respiratorio es la causa de muerte más frecuente. Otros síntomas que pueden presentarse son constipación, hipotermia, hiporrefl exia, oliguria, bradicardia, hipotensión arterial y arritmias cardiacas. Es posible el colapso circulatorio y el edema pulmonar no cardiogénico. La observación de midriasis puede indicar encefalopatía hipoxia extrema o sobredosis de meperidina DIAGNOSTICO En general es de poca utilidad desde el punto de vista clínico, pero los opiáceos pueden ser detectados en las pruebas antidoping. El síndrome tóxico opiáceo característico y un resultado positivo al tratamiento con naloxona apoyan el diagnóstico. Pueden ser necesarios estudios de laboratorio complementarios según las alteraciones que presente el paciente como gasometría arterial, radiografía de tórax u otros.