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Este documento proporciona una guía completa para el manejo de intoxicaciones, desde la fase de emergencia hasta la detoxificación. Abarca aspectos clave como la identificación de pacientes de riesgo, la evaluación clínica, el tratamiento de apoyo vital, la descontaminación y la administración de antídotos. Se incluyen ejemplos específicos de intoxicaciones por opiáceos, así como tablas con información sobre técnicas de eliminación extracorpórea y antídotos.
Typology: Study notes
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Diagnóstico a) Antecedente de exposición: HC (interrogatorio directo o indirecto) y EF (estado neurológico, mucosas, piel y signos vitales). Cuando no hay antecedente exposición:
conducir al paciente a los servicios médicos; no de antídotos caseros, no induzca vómito en casos de ingestión de cáusticos o hidrocarburos. b) Fase de apoyo vital avanzado: en los servicios de urgencias A = Abrir vía aérea y control de la columna cervical Tener en consideración eliminar secreciones orales o nasofaríngeas y cuerpos extraños que pudieran obstruir la vía aérea; colocar al paciente en una posición que le permita respirar, por ejemplo, posición de olisqueo (mediante tracción de mandíbula y discreta extensión cervical), posición de Rosier (discreta hiperextensión cervical u otra) Si es necesario y está indicado, practicar una traqueostomía o colocar un tubo endotraqueal. B = Ventilación y administración de O No pasar a este punto si no se ha resuelto el anterior; si ya se ha logrado o el paciente mantiene una vía permeable, verifi - car que la entrada de aire a los pulmones sea adecuada, que se expandan bien estos, que el paciente no muestre gran difi cultad respiratoria y se mantenga con buena coloración. Si es necesario aplicar ventilación de boca a boca (tener cuidado si el tóxico signifi ca un riesgo para el reanimador), de ambú a mascarilla o de ambú a cánula endotraqueal; si es necesario, luego colocar al paciente en aparato de ventilación mecánica. C = Control de hemorragias verificar el estado hemodinámico del paciente; corroborar que no esté deshidratado, hipotenso, chocado o en paro cardiaco. En general la mayor parte de las hipotensiones o choques ocasionados por tóxicos responden de modo favorable a uno o dos cargas i.v. o i.o. de solución salina o Hartman. Si el paciente no responde de manera favorable a la aplicación de soluciones, se emplearan aminas simpáticas del tipo de adrenalina, dopamina, dobutamina u otros. Y A PARTIR DEL D Y E: Consiste en dar tratamiento a las diversas alteraciones que el tóxico ocasione al paciente; por lo general sigue los mismos lineamientos de la terapéutica estándar para esos casos y sólo hay que tener en cuenta alguna consideración en relación con el paciente intoxicado. Este manejo debe efectuarse enseguida del 1, 2, 3 o en el momento en que los problemas se presenten durante la evolución del paciente. D = Déficit neurológico E = Exposición del paciente y cuidar hipotermia c) Fase de detoxificación
La intoxicación por opiáceos es la alteración fi siopatológica en un individuo motivada por el efecto de numerosas sustancias derivadas del opio, las cuales pueden ser naturales, semisintéticas o sintéticas y tienen un amplio uso en la terapéutica médica Los opiáceos son un grupo amplio de fármacos de origen natural extraídos de la planta papaver somniferum (amapola), estos pueden ser también semisintéticos o sintéticos que tienen una acción similar al opio o la morfi na .Se emplean en clínica como analgésicos (Dextropopoxifeno, Nalbufi na), en anestesia (Fentanil), antitusivos (Dextrometorfano), antidiarreicos (Difenoxilato, Loperamida) y se emplean también como drogas de abuso (p. ej. heroína). Las intoxicaciones se presentan en los niños cuando estos son sobredosifi cados o por la ingestión accidental de medicamentos antidiarreicos u otros que los adultos dejan de manera descuidada al alcance de los mismos. Sobredosis puede ocurrir en adolescentes o jóvenes enfermos o adictos que abusan de drogas. La promoción de medicamentos sintomáticos de una manera poco fundamentada y la prescripción en ese mismo sentido favorece el uso de medicamentos que, aparte del costo que involucran y el poco efecto sobre los síntomas, aparejan el riesgo tóxico, en particular cuando se trata de menores de dos años de edad. Por otro lado, el inadecuado almacenamiento de medicamentos opiáceos puede favorecer la ingestión accidental en menores. Problema particular entre adolescentes y jóvenes lo representa la problemática relacionada con el abuso de drogas. FISIOPATOGENIA Todos ellos actúan ocupando receptores para opiáceos (mu, kappa, sigma) distribuidos en diferentes áreas cerebrales y corporales con selectividad para algunos de ellos o para todos, resultando en efectos agonistas o antagonistas. Entre los efectos más importantes que inducen destacan la analgesia, sedación, cambios de humor, depresión respiratoria, hipomotilidad intestinal, náusea, vómito y alteraciones en el sistema endocrino y nervioso autónomo. Los efectos en casos de intoxicación son una exacerbación de estos efectos y pueden estar manifi estos en diferentes órganos y sistemas. A nivel cardiovascular pueden ocasionar vasodilatación, hipotensión ortostática o edema pulmonar no cardiogénico. Prurito, enrojecimiento cutáneo o broncoespasmo pueden suceder debido a que ocasiona liberación de histamina, a nivel gastrointestinal puede ocasionar hipomotilidad, hiposecreción gástrica, incremento en el tono de las vías biliares y del esfínter anal. A nivel neurológico pueden inducir depresión y coma, algunos de ellos convulsiones (p. ej., meperidina, propoxifeno), a nivel respiratorio lo más sobresaliente es la depresión respiratoria, lo cual puede ocasionar hipoxia e hipercapnia. CLINICA El síndrome tóxico opiáceo se caracteriza por miosis puntiforme, depresión neurológica y depresión respiratoria. Al Inicio de la intoxicación hay náusea, vómitos, rubor facial y prurito (por liberación de histamina, en particular con heroína y morfi na). Puede haber euforia antes de la sedación que evoluciona a estupor y coma. La miosis es marcada y no responde a la luz, la
respiración es lenta y superfi cial. El paro respiratorio es la causa de muerte más frecuente. Otros síntomas que pueden presentarse son constipación, hipotermia, hiporrefl exia, oliguria, bradicardia, hipotensión arterial y arritmias cardiacas. Es posible el colapso circulatorio y el edema pulmonar no cardiogénico. La observación de midriasis puede indicar encefalopatía hipoxia extrema o sobredosis de meperidina DIAGNOSTICO En general es de poca utilidad desde el punto de vista clínico, pero los opiáceos pueden ser detectados en las pruebas antidoping. El síndrome tóxico opiáceo característico y un resultado positivo al tratamiento con naloxona apoyan el diagnóstico. Pueden ser necesarios estudios de laboratorio complementarios según las alteraciones que presente el paciente como gasometría arterial, radiografía de tórax u otros.